La paradoja del famoso científico austríaco Erwin Schrödinger es un experimento mental; un gato dentro de una caja cerrada hipotéticamente –según la mecánica cuántica- puede estar simultáneamente vivo o muerto. La recámara está vacía, para Soco su hijo está vivo, desapareció y podría estar muerto; en la mesa dispone cuatro platos para la cena, con sólo tres miembros en la familia. La madre es el ancla de la familia, la ausencia de su hijo le trastoca los sentidos.
El dolor de haber perdido a su hijo perturba su existencia, extraviada de la realidad lo escucha dentro de su habitación, le llama para que baje a cenar. En este delirante ambiente lo ve llegar, le habla y abraza. Los otros miembros de la familia intentan sobrellevar la situación, tratan de entender el sufrimiento que la atraviesa. Juicio y cordura la abandonan. ¿Qué sigue, sí se vive en un país donde los desaparecidos se cuentan por miles…?
Variaciones Schrödinger nos pone frente a la realidad, el texto escrito y dirigido por César Chagolla es ficción que el contexto actual lo transforma en algo cotidiano; la historia se inspira en una familia que vive en Morelia, la dramaturgia recoge el testimonio y construye el relato. Con sensibilidad y maestría Chagolla escribe conmovido ante la desgarradora historia. La obra es con la mirada puesta en nuestra realidad, es el tejido social que se rompe en el día con día.
En esta segunda temporada cuenta con las actuaciones de Gabriela Núñez, Luis Miguel Lombana, Raúl Andrade y Jorge Rojas. Su labor es equilibrada, los cuatro trabajan en equipo habitando correctamente el escenario y los personajes. Por encarnar a Soco se podría decir que Gabriela destaca, y sí, su gran talento histriónico esta fuera de duda; matiza, crea, construye. El dolor que vive el personaje lo vive y siente.
La paradoja de Schrödinger es que dentro de la caja el gato vive y está muerto simultáneamente; para Soco la habitación de su hijo es una caja vacía que guarda recuerdos; el gato no está ni vivo ni muerto, simplemente no está y en tanto su hijo no aparezca, su corazón no pierde esperanza. Después de muchos años de ausencia si podría estar muerto, para ella la paradoja es vivir para esperar a un muerto.
La noche de estreno al finalizar la función subió al escenario la madre y hermana del hijo que desapareció en la ciudad de Morelia. Profundamente conmovida la señora hizo un llamado a los allí presentes para a colaborar, que no haya indiferencia al momento de ver posters y carteles con rostros de los desaparecidos y ayudar a su localización. Las lágrimas que escurrieron por su rostro no son ficción.
Escenografía, Alejandra Escobedo; diseño sonoro, Miguel Jiménez; vestuario, Saira Lagunas; música original, Mario Mendoza. Las funciones son en el Teatro Benito Juárez del 20 al 30 de julio de jueves a domingo en los horarios de teatro.
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