Por Roberto Sosa López
Árido, desolado, destruido… arrasado. La frase es inconclusa, en esta palabra podrían caber experiencias, anécdotas, situaciones, dolor y sufrimiento. La dramaturgia va más allá, explora el límite entre lo humano y la tecnología. Una autómata se programa para vincular estímulos, sentir y así mismo saber lo que las mujeres experimentan al momento de una ruptura, una fragmentación emocional.
Un relato que nos habla una mujer-robot en el límite de estos dos planos. Se ve y cuestiona. Ante la mirada de quienes espectan es una mujer atractiva que piensa, inteligente y sensible; su físico es artificial, sin embargo es capaz de hacer creer que es humana con todos sus atributos y defectos; es como si tuviera un alma sensitiva que conecta con las pasiones de quien la ve y escucha.
Fernanda Del Monte es académica, pedagoga, dramaturga, investigadora y escribe libros entre otras actividades.
Un cuerpo devastado es , un texto es muy interesante, indaga la mente de una androide para encontrar respuestas que ella se hace y se hacen miles de mujeres. Su escritura es inteligente, sólida y profunda. Un monólogo bien estructurado, sin grietas que le habla a la mujer desde un lugar no común.
La dirección es de Carlos Virgen su mayor acierto es llevar la obra a un reducido escenario con la protagonista en medio de pocos asistentes. La cercanía con el público logra lo que el texto provoca; con pocos elementos escénicos y con apoyo en la multimedia, logra un buen resultado; se recarga en el trabajo físico y actuación de la protagonista.
La actuación es de Paulina Elias, espléndido desempeño; entiende bien al personaje, lo habita y construye magníficamente. Su trabajo refleja las horas de ensayos, lectura y comprensión del texto hasta llegar y pararse en el escenario, y allí mostrarnos su talento. Es un reto tener la público tan cerca, Paulina lo afronta y supera convenientemente.
En un espacio semivacío y con una sola luz, Un cuerpo devasta es, no necesita más. El texto de Fernanda es poderoso, llena el hueco, se expande y conecta con el público. No hizo falta nada y no le sobra nada. Le queda una función en La Capilla Teatro el sábado a las 18:00 horas. Fer me comentó que en 2024 tendrá otra temporada, habrá que estar pendiente.
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