Por Roberto Sosa López
Grabado por siempre en su cuerpo, inscrito en su piel; mordido, tallado… cincelado en su memoria por el resto de su existencia. Para Anita su casa es el sitio menos seguro para vivir, allí habita el depredador, la bestia que ejerce violencia sobre las mujeres de su casa. Su instinto sexual vulnera y trasgrede, las integrantes de este “hogar” habitan el infierno. La agresión sexual inicia con su esposa.
De la dramaturga alemana Dea Loher, Tatuaje es un poderoso texto que explora el abuso sexual
dentro del ámbito familiar. El relato es oscuro, los personajes que la escritora construye viven en la ignominia y degradación. Un relato perturbador que subvierte por la manera en que la escritora cimienta la historia. La tensión dramática es con Anita la hija mayor, cuya existencia está en el límite.
Bajo la dirección de Paola Dávalos, la obra propone una mirada grotesca, bufa de una familia disfuncional. Su visión es de una creadora que aborda la bizarra historia donde los protagonistas semejan una manada de animales donde el macho ejerce su poder sobre las hembras de su piara. Dávalos dirige con la técnica Lecoq, que pondera el trabajo corporal sobre la expresión verbal y el uso completo del espacio escénico dando prioridad de acción física por sobre la palabra. El resultado es magnífico.
Cuenta con las actuaciones de Kandy Ramírez, Lauro Longoria, Danya Torres, Saúl Calzada y Azael Novelo. Su labor refleja la empatía con la propuesta de Paola Dávalos; su mayor desafío fue transmitir todo el peso emocional de los personajes a través de la corporalidad. Su preparación y talento son las armas para encarnar física y emocionalmente personajes deteriorados.
Tatuaje es teatro que atraviesa por el tema y forma en que lo aborda. Sus protagonistas nos sumergen a un abismo habitado por criaturas de apariencia humana, o quizá sea un mal sueño, una oscura pesadilla con un padre que viola a su esposa y a su hija; el espacio vacío es una frontera entre realidad y ficción. De esta pesadilla queremos despertar pero tal vez despierto sabrás que el depredador habita tu casa.
Traducción, David Olguín y Carola Dür. Iluminación, Paulina Montiel; vestuario, Andrea Lumbreras; utilería, Anabel Ortega; diseño sonoro y composición musical, Tane. Producción Axel Ivy Hernández. Funciones en el Teatro Benito Juárez de jueves a domingo hasta el 21 de julio.
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