Por Roberto Sosa López
José Alberto Gallardo Fernández se atreve, provoca, experimenta. Bajo su dirección la obra podrá no gustarte y quizá te molesten algunas escenas; la otra es que aplaudes todo lo que este creador hace sobre un escenario. Lo cierto es que después de ver una puesta en escena que él dirige, no sales igual. Máquina de captura es de esas que por momentos no sabes hacia dónde va y que te quiere decir, pero no podrás negar que te hizo sentir algo.
La escena inicial es una cita de trabajo, entrevistado y quien lo entrevista son vigilados por una mujer y son grabados por una cámara, el visitado es humillado por quien lo interroga, lo trata como mujer. Las que siguen representan la fragmentación social en el ámbito familiar y religioso. Poder y deseo son ejes temáticos que integran la dramaturgia. El poder se ejerce desde lo más alto; el deseo no tiene género.
Máquina de captura es irreverente, provocativa y sediciosa. El lenguaje escénico es fuerte, las escenas no dejan nada a la imaginación –sello en la obra de José Alberto-, si es necesario ver cuerpos desnudos, los actores saben que acá no cabe el pudor. La puesta en escena cuenta con elementos –decorado, vestuario e iluminación- que favorecen el desarrollo del montaje.
Sin personajes y sin una historia que contar, se hace el experimento… bien logrado. La primera prueba cuenta con la participación de Jaqueline Huitrón, Daniel Mancilla, Daniel Alejandro, Alejandro Rumart, Bernardo Kasis Galan, Mayra Guerrero y Mónica Gutiérrez. Teatro de la Brevedad la presenta en el Teatro Varsovia, le queda una función el miércoles 14 de diciembre a las 20:30 horas.
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