Carlos Virgen adapta y dirige esta obra en su mayor parte inspirado en la novela “El pabellón de oro” del escritor japonés Yukio Mishima publicada originalmente en 1956. El tema se basa en un suceso real, el incendio del Pabellón Dorado el 2 de julio de 1950, por parte de un joven novicio budista de 22 años.
En la novela de Mishima, Mizoguchi es un joven tartamudo y feo, hijo de un sacerdote budista, un ser solitario y acomplejado quien encuentra en el Pabellón Dorado de Kioto fascinación. Con el transcurrir de los días el edificio se convierte en su único objeto de deseo y obsesión, convirtiéndose en un obstáculo para que el joven tenga una vida normal, solo su destrucción lo puede liberar.
Virgen aborda el tema desde lo estético con música, vestuario y maquillaje diseñados exprofeso para este montaje. Los protagonistas personifican la muerte, belleza y erotismo, todo perfectamente articulado. El protagonista aparece de entre público, sube al escenario para ver a su madre despertar de la muerte; con parte del público arriba del escenario, el relato transcurre con la cercanía entre personajes y espectadores.
Mizoguchi y el Templo de la Belleza es teatro que nos acerca al pensamiento e ideología del escritor oriental, cuya obra se caracteriza por mezclar la estética moderna y el tradicionalismo japonés. Cultura y misticismo de un país lejano desde la mirada de un creador mexicano.
Las actuaciones son Horacio Trujillo, Mariana Arocena y Mariana Amero. Con funciones en La Capilla Teatro los viernes a las 20:00 horas hasta el 26 de mayo.
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