Por Sandra Garibaldi
EL HILO CONDUCTOR
Esaú Corona vino a Estación Garibaldi, mi taller de diseño aquí en la colonia Juárez para platicar conmigo de plantas, filosofía y teatro, en ese orden meramente. Llega puntual, huele rico: maderas... y lavanda...más tarde sabré que ése justo es uno de sus tonos preferidos. Alto y con elegancia innata,su voz grave, serena y delicada, contrasta con la mirada directa, profunda, como cada uno de sus conceptos artísticos; se sienta en la silla, y mientras habla, veo cómo sus movimientos acompañan las ideas y la explicación de los objetos, como buen maestro te explica a detalle, se interesa describir cada imagen.
“Mi tarea radica en incidir de manera estética y positiva en las obras y creaciones escénicas de manera tan amplia como se pueda...siempre que la jerarquía del teatro lo permita, ojalá se siga creando más apertura...”
Se define como un creador escénico que lo mismo hace dirección escénica, que explora otras áreas del diseño como son la escenografía y muy especialmente, la iluminación. En esos espacios experimenta, se divierte e indaga de forma comprometida: “con ello contribuyo al discurso del montaje, busco equipos de trabajo y creativos que permitan vivir en conjunto, no sólo es resolver la luz, es adentrarse a la psique del intérprete, involucrarse a fondo, acompañar e incidir en su proceso, la luz es parte del alma y de la mente...”
Necio observador de la realidad, como buen egresado de las Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, se enfoca en ahondar en la metalingüística estética de cada proyecto, en las hibridaciones plásticas posibles y en el diálogo visual que pueda surgir producto de ello.
Pongámonos un poco ñoños:
La metalingüística es parte esencial para muchos de nuestros intercambios comunicativos, según el lingüista y fonólogo ruso Roman Jackobson (1896-1982) nos da la posibilidad de hablar y razonar sobre un lenguaje y un código en común. La metalingüística es crear un lenguaje, entenderlo y dialogar sobre él, no podríamos aprender otros idiomas, otros conceptos, o comprender un mensaje en particular sin esta importante función.
-Y entonces ¿qué es la luz?
Suspiro. “Es la manera en que conocemos todo, lo que vemos es luz. Nuestro cerebro lo interpreta. Su función es compleja y hermosa. La luz es la herramienta más poderosa; dentro del teatro es esencial para sellar las obras, para darles el último toque, el final. Con luz puede determinarse el carácter del montaje, entender en qué momento el intérprete puede ser visible o no. La propuesta lumínica está en diálogo directo con las emociones: son los ojos del espectador, tú le indicas qué ver o que no ver...es como la cámara en el cine, la luz puede dar voz. El diseño en el teatro, es archivo; la actuación, la dirección permean de manera distinta, subjetiva, pero lo que permanece, crea archivo y memoria es el trabajo de los diseñadores. Es referencia y permanencia a través del tiempo”.
Esaú crea lenguajes con funciones estéticas, sensoriales y emotivas. La composición visual que brinda a cada intérprete en el escenario es delicada, poética y profundamente conmovedora. Un cuadro visual por sí mismo.
De espíritu autodidacta, hace énfasis en la colaboración y en la posibilidad de trabajar con todo creador que tenga los mismos propósitos artísticos de búsqueda constante, de trabajo creativo, desde Mérida hasta Monterrey.
LLUEVEN VACAS
¿Y cómo mostrar con luz la violencia de género presente en el discurso del montaje?
Esaú propone luz difuminada y fría que hace sentir, en ocasiones, vivir un espacio irreal: ambientes magentas y azules vierten a la escena una personalidad extraña e incluso tétrica, y si, en una historia como la de Fernando y Margarita, todos los demonios y fantasmas son posibles.
Interpretada por Micaela Morello, Sabela Macusñana y Jano Sanvicente, hay presente o a lo largo de la función, compromiso, entrega y veracidad con la escena y sus elementos, pero también con el tema; Claudia
Tobo con su amplísima experiencia en teatro documento y creación colectiva juega escénicamente con tal fluidez, que aporta a las escenas de violencia un velo tan sutil entre la realidad y el surrealismo que provoca en el público duda y opresión, la “normalidad” no es lo que creemos.
Una pareja llorando, el teléfono en el piso, los sillones volteados...ella, abrazándolo y prometiendo que todo va a estar bien... comienza a oscurecerse muy lentamente la escena y te angustia no poder seguir observando, sabes que algo no va a estar bien...el largo fade out magenta se convierte en tristeza, duda, miedo...en emoción.
La propuesta del diseñador se acompaña muy bien por el trabajo técnico y operativo fino y de calidad, se nota una intención en cada cambio de iluminación y su ejecución técnica hacen de este montaje un discurso lumínico delicado y sensible.
Llueven Vacas
De Carlos Be
Dirección: Claudia Tobo
Actúan: Jano Sanvicente, Sabela Mascuñana y Micaela Morello
Diseño de iluminación. Esaú Corona
MIÉRCOLES 20:30h
(finaliza temporada el 31 de mayo)
El Círculo Teatral
Av. Veracruz 107, Col. Condesa
Sandra Garibaldi es diseñadora de vestuario, docente y artista social. Especialista en metodología en educación a través del arte y del teatro, coordina y asesora proyectos enfocados en la mejora social a partir del fortalecimiento de las relaciones interpersonales, equidad de género, reinserción social y cultura de paz.
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