Por Roberto Sosa López
Mikael y Orlando nacieron mujeres pero habitan cuerpo de hombres, una cirugía les cambia el sexo. Orlando se enamora de un hombre, se casan y viven once años juntos, su esposo la deja cuando descubre que se casó con un hombre. Mikael se transforma en Mikaela no tuvo pareja. Con el paso del tiempo deciden dar marcha atrás, desean volver a ser hombres; con otra cirugía intentan recuperar su identidad.
¿Por qué está decisión? Ahora no saben qué son, no están seguros o seguras si son hombre o mujer, están arrepentidos. El texto de Marcus Lindeen documenta un suceso verídico a partir de una conversación entre ambos protagonistas. La historia nos acerca a una pareja trans, con dos seres humanos que deciden cambiar de sexo; los diálogos descubren al espectador las vicisitudes que viven con la transformación.
La puesta en escena es con dos parejas que alternan funciones, anoche se presentó con las actuaciones de Libertad Palomo (lo conocí cuando iniciaba su carrera como Armando Palomo. Anoche recordaba la función de El eclipse obra donde él participó hace más de tres décadas, ahora como Libertad Palomo es otro, su actuación es impecable, honesta) y Terry Holiday, bajo la dirección de Sebastián Sánchez Amunátegui.
Los Arrepentidos, Mikael y Orlando es teatro documental que le habla al espectador desde la transexualidad; los testimonios de Mikael y Orlando es un llamado al público heterosexual para conocer y entender a las personas que al nacer no se identifican con su género y el conflicto que esto les provoca. Sentirse hombre o mujer por lo que se tiene entre las piernas va más allá del status que marca la sociedad.
Las funciones son en el Foro La Gruta, Centro Cultural Helénico los lunes y martes a las 20:00 horas hasta el 12 de diciembre.
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