Se edifica en la desesperación y necesidad de amar, con dos narradoras en un espacio ambiguo que evoca su infancia. La maternidad para una mujer sería como dejar de ser persona, sería una reflexión. En La casa salvaje dos mujeres sin nombre parten de la lectura de Casas vacías, le preguntan a un músico o alguien del público les dé un número de página; circunstancia que les permite iniciar el ejercicio escénico.
Irene Azuela y Mariana Villegas –actrices- y Mariana Giménez –directora- tomaron la novela Casas vacías de Brenda Navarro, exploraron conceptos de la autora como la maternidad, la necesidad de amar y el vacío emocional. El resultado de este laboratorio es un montaje donde las protagonistas y directora aspiran a provocar en el espectador lo que la lectura de la novela las incitó.
La participación de Mariana Villegas e Irene Azuela llama la atención, dos actrices con distintas formaciones y trayectorias. Mariana se desenvuelve mejor con el texto, sobre el reducido escenario, de cerca al espectador –el montaje es con poco público arriba del escenario- y con el mínimo de escenografía. Irene aparece más en grandes producciones con grandes elencos y sobre todo hace teatro de autor, representando a un personaje; el cambio se le nota. Sin embargo en la disparidad hay buenas actuaciones.
Casa salvaje es teatro hecho por mujeres desde la perspectiva femenina. Ellas hacen suyo el escenario y nos dejan ver lo que allí sucede. Obvio que una espectadora sentirá más afinidad con lo que ve y escucha, sin embargo sentados frente al escenario el teatro es para todos, no separa a mujeres y hombres.
Las funciones son en el Foro del Dinosaurio. Museo Universitario del Chopo de miércoles a viernes a las 20:00, sábados a las 19:00 y domingos a las 18:00 horas hasta el 28 de mayo.
Comments