Por Fernanda Albarrán
Uno de los orígenes del teatro es el ritual. A través de actos rituales es que el teatro tomó vida y poco a poco fue transformándose. “Del mago al loco” podría definirse como el viaje que una persona hace a través del tarot, pero es mucho más que eso.
Cada función se le pide a una persona ajena a la obra que sea quien experimente un recorrido a través de los 22 arcanos principales del tarot. De principio a fin, del 0 al 21, cada uno de ellos le hablan directamente a ese cómplice, se presentan ante esa persona y le hacen ver qué significa esa carta y cómo habita en él o en ella o en cada unx de nosotrxs.
La dramaturgia apuesta por un lenguaje simbólico y bello, que si bien apuesta por la metáfora también es muy directo y profundo. No solo quien es el centro de este acto ritual lo siente, nos habla a todos los espectadores presentes. La música, como en muchos de los proyectos de Teatro de Ciertos Habitantes, es una pieza clave, pues acompaña y construye toda la obra. Otro de los aspectos bastante resaltables de la obra es el diseño corporal. La sincronicidad del elenco es destacable, pues de la perfecta armonía de estos 21 cuerpos en escena depende el virtuosismo. Distintos tipos de danza, caídas, bailes y mucho compromiso corporal de inicio a fin hacen que la calidad corporal y escénica de la obra sea alta.
El ensamble sin duda es el eje de esta obra. Si bien cada uno tiene su propio arcano, toda la escena es construida por todos, todo el tiempo. Todos bailan, cantan y tocan instrumentos. Es un ensamble ampliamente virtuoso integrado por Lourdes Ambriz, Edwin Calderón, Claudia Canchola, Luis Eduardo Castro, Rodrigo Carrillo Tripp, Marcos Escalante, Xochitl Galindres, Hugo Gallegos, Guillermo García Proal, Mario Gómez Villarreal, Claudia Guerrero, Aline Lemus Bernal, Valentina Manzini, Dulce Medina, Fabrina Melón, Natanael Ríos, Claudio Valdés Kuri, Rodrigo Vázquez Maya, Gastón Yanes, bajo la dirección de Claudio Valdés Kuri. Cuenta con un solido equipo de creativos conformado por Sergio Écatl en el diseño de iluminación, Jimena Fernández en el diseño de vestuario, Mario Gómez Villarreal en asesoría de movimiento, Maricarmen Gutiérrez en asesoría dramatúrgica y en la dirección musical a Edwin Calderón .
Si bien habrá gente entre la audiencia que se pueden proclamar agnósticos y escépticos ante cualquier tipo de ritual, “Del mago al loco” hace ver que el tarot es un reflejo de todo lo que como humanos somos y las cartas son solo una forma de poder verlo.
Esta es una experiencia artística profundamente completa. Por un lado se entiende y se pondera la oportunidad de convivio que el teatro posee, al involucrar al público de muchas formas y desde un pacto donde nadie puede sacar el celular durante toda la función. Y por otro, la sensibilidad creadora de Claudio Valdés Kuri nos vuelve a sorprender. Integra teatro, danza, música, canto, y esta vez también arquitectura, al realizarlo en un museo precioso que tiene una abertura circular hacia el cielo, que termina de dar la medida justa de belleza para esta experiencia escénica tan completa.
“Del mago al loco” es una de las puestas en escenas más profundas, bellas y profesionales que he experimentado. Logra que un acto ritual viva a través de la escena.
Temporada del 11 de febrero al 2 de abril, con funciones sábados y domingos a las 19:00 horas en el Museo de San Carlos.
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