Por Roberto Sosa López
Algunos ni lo conocen, nunca han ido y ni saben dónde se encuentran los recintos (una ocasión una persona me dijo que nunca se imaginó que atrás del Auditorio Nacional existía un conjunto de teatros, el Centro Cultural del Bosque). Y para otros ir al teatro significa gastar mucho dinero. Entonces el problema es ¿la difusión?, ¿las autoridades culturales?, ¿los teatreros? ¿la prensa?
La entrada es por la puerta trasera del Teatro Orientación, llegar por los camerinos y subir al escenario; allí está un grupo de actores preparándose para dar función o quizá solo se trata de fantasmas, esos que todos los que están en este ámbito han visto o sentido su presencia; acá la ficción uno la crea, si para ti son actores muy bien, o tal vez son espectros en un teatro vacío que no se quieren ir y están ahí chingando con dar función sin público.
Vaca 35 Teatro reunió a un grupos de actores para crear de forma colectiva la puesta en escena. Los textos son de Ángel Hernández, Diego Cristian Saldaña y Damián Cervantes. El teatro hablando de teatro; los actores representándose ellos mismos; y el público ahí arriba del escenario haciendo como que son espectadores, como que les sorprende lo que ven y al final de la función aplauden aunque no les gustó lo que vieron.
Las actuaciones son de Carmen Zavaleta, Damián Cervantes, Elizabeth Glass, Estefanía Martínez, Gonzalo Herrerías, José Rafael Flores, Mariana Montenegro, Mari Carmen Ruiz Benjumeda, Sandra Rosales y Umberto Morales. Buenos histriones que representan y aportan desde sus propias experiencias al enriquecimiento de la… ¿pieza?, ¿instalación? ¿exposición?, quizá nada de esto es.
Damián Cervantes dirige con su sello personal, que es explorar con otros lenguajes y otras convenciones pero sin perder la esencia del quehacer teatral. Hizo cómplices a todos los que intervienen en la obra, lo siguen, le creen y el resultado es una original puesta en escena. Lo que no entendí, ni justifica son esas reses en canal –obvio de utilería- suspendidas sobre el escenario. Los demás está genialmente en su sitio.
De cómo a nadie le importa el teatro mete al espectador a las entrañas de un teatro para darles otra perspectiva, para acércalos a los actores; ver como se preparan, se maquillan, encueran, visten y salen a hacer la representación. No está pensada solo para teatreros o sus amigos, el mérito es que los asistentes vean la obra allí en el escenario y conozca todo en andamiaje, la iluminación y toda la maquinaria que se echa andar en una función.
Escenografía e iluminación, Gabriel Pascal; dramaturgia musical, Diego Cristian Saldaña; movimiento escénico, Sara Montero. Producción Vaca35 Teatro. Funciones en el teatro Orientación, Luisa Josefina Hernández de jueves a domingo hasta el 30 de junio.
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